Valores BiE: Liderazgo y responsabilidad

No necesitan decirte que les sigas para que les sigas. Generan a su alrededor un entorno amable y un ambiente de compromiso. Hacen que ocurran cosas y no parecen darle una gran importancia a su contribución a los hechos. En la Copa Colegial todos los años encontramos algún jugador o entrenador con auténtica madera de líder, aunque muchas veces parecen no darse cuenta. Son líderes sigilosos en cuanto a ego, estruendosos en los hechos.

El liderazgo no es algo que se pueda imponer. Se basa en proponer. Nace del trabajo y del esfuerzo que te convierten en modelo. No consiste en decir lo que vas a hacer. Se trata de ponerte a hacer y comenzar un camino con fecha, que hace que los sueños se conviertan en objetivos.

Saben que las victorias se disfrutan mejor en compañía y que el trago de las derrotas se hace más llevadero mirando a tu alrededor y encontrando apoyo.

Ser líder supone una gran responsabilidad. Tus espaladas sustentan tus sueños, pero ayudan a sustentar los de otros que te usan de apoyo y de guía. Esto te obliga a levantarte con fuerza cada vez que caes y luchar con más fuerza.

Cada año en la Copa Colegial vemos ejemplos de liderazgo. Miguel González Ureña y sus Bulldogs. Angel Luis Olmedo en Agustiniano. Belén Sánchez y Los Sauces. Nico González el correcaminos de Brains… Son algunos ejemplos, pero hay más. Guían a sus equipos, no necesariamente hacia la victoria, pues eso el algo que solo consigue uno, pero sí a sacar un extra que deja huella en su entorno.

Decía Roger Banister que "El camino hacia el triunfo se vuelve solitario porque la mayoría de los hombres no están dispuestos a enfrentar y vencer los obstáculos que se esconden en él. La capacidad de dar ese último paso cuando estás agotado es la cualidad que separa a los ganadores de los demás corredores"… pero el baloncesto es un juego de equipo, como la vida. Y cuando miramos alrededor nos gusta ver cómo llegamos acompañados a la meta deseada. Los últimos pasos, lo que acercan a ella, son los más duros, pues cuando estamos más alejados de la salida es cuando más cansados estamos, y es cuando necesitamos alguien que nos de aliento, que nos estimules, que nos impulse. Esa persona recibirá a cambio el premio de la compañía, pues los éxitos no se disfrutan en soledad, sino rodeado de otros que disfrutan como tú de lo conseguido. Por tanto el líder da, pero recibe mucho a cambio.

Quien ha jugado al baloncesto en su colegio sabe de lo especial de estar en tu casa compartiendo momentos de felicidad y esfuerzo. Estos momentos son más completos cuando te quieres distinguir, quieres dar un paso más, aquel que te lleva por la senda de la excelencia. Y este es un camino por el que no se puede ir sin un auténtico líder guiando.

Gracias a todos los que soñáis y hacéis que otros sueñen.